Tuesday, October 10, 2006

En la vida nos tropezamos con infinidades de personas (algunos personajes también). Ellos pueden enseñarnos, aburrirnos, hacernos suspirar; podemos odiarlos, quererlos un poco más o un poco menos…
Es posible que muchos pasen desapercibidos con el correr del tiempo, pero si nos detenemos un momento y miramos a nuestro alrededor podemos sacar provecho de cada uno, en el mejor de los sentidos.
Si aprendemos a escuchar y valorar a quienes nos rodean, ya sean amigos, compañeros de trabajo, parejas o simplemente a aquellos con quienes compartimos una conversación en la parada del colectivo, nuestra vida se tornaría mucho mas rica.
Tendríamos que aprovechar del aquí y ahora, disfrutar de cada momento, charla o silencio compartidos…
Podemos no estar de acuerdo con las ideologías, forma de proceder de los otros, cada uno hace de su vida lo que quiere, o lo que puede. Lo importante, siempre sostengo, es no juzgar, pero podemos aconsejar, ayudar, dar nuestra opinión al respecto en tanto y cuanto no dañemos, porque tarde o temprano todo vuelve. Y cuando lastimamos en cierta medida nos lastimamos a nosotros mismos.